DEVUELTA AL HOMOSAPIEN

Hace ya mucho tiempo que vengo dándole vueltas a la cabeza y retozando en el pensamiento la idea de la involución en el ser humano, y tal vez no es una locura aceptar el hecho que cada vez, cada minuto o cada segundo involucionamos de manera irreversible, somos en esencia una raza que tiende a la extinción, un aniquilamiento del ser que perdió su humanidad en el transcurso de un tiempo social insensible a los acontecimientos, y es que en una época donde cada vez se avanza a nivel científico y tecnológico con una fuerza arrasadora también se palpa de manera muy vivida el hecho de la insensibilidad, somos islas dentro de un mismo mundo, sabemos que dependemos el uno del otro y sin embargo la vida cotidiana de cada ser gira entorno a si mismo, cada vez de manera mas egoísta y fútil anteponemos nuestros deseos a la necesidad de la mayoría, perdimos o vamos perdiendo de manera muy alarmante ese único y verdadero motivo u hecho que nos alejaba de la naturaleza animal y nos convertía en seres un tanto superiores, no me refiero de ningún modo a la racionalidad, sino mas bien a los sentimientos esos que nos permiten actuar en función del bienestar común, que hace que nuestra memoria recuerde cada injusticia cometida y luche por no olvidar el daño que causa una herida en el otro, justificamos la violencia desde todos los ámbitos siempre y cuando esta no nos afecte de manera directa, por que es una ilusión pensar que no nos afecta, y la practicamos de manera directa o indirecta como si fuese cualquier cosa, estamos acostumbrándonos a la muerte como si se tratara de ir al baño, este pueblo universal se ha ido enfermando de un alzaimer que poco a poco a consumido la memoria de todos, somos seres humanos sin humanidad y es realmente triste concebir un futuro en donde las generaciones venideras encontraran el estiércol del pasado, donde la palabra pasado ya no exista en el diccionario o sea solamente una palabra sin significado, desconocemos la verdadera envergadura de este problema, nos estamos autodestruyendo y las alarmas internas en el ser no se están activando, caminamos hacia la destrucción, y parece que nadie nota lo terrible del panorama.